Muere un imputado del asesinato en Argentina del obispo Angelelli en 1976: quedan dos más
El expolicía Juan Carlos Romero, uno de los tres imputados por el asesinato del obispo Enrique Angelelli durante la última dictadura militar argentina (19761983), falleció el viernes pasado, informó el domingo la prensa del país.
Estaba en arresto domiciliario
El excomisario Romero murió en su casa de la norteña provincia argentina de La Rioja, donde cumplía arresto domiciliario, a la espera de que comenzara el juicio contra él y otros dos implicados, y que estaba previsto para noviembre próximo, informó hoy la agencia oficial argentina Télam.
La muerte de Romero deja como únicos imputados por el asesinato de Angelelli al exgeneral Luciano Benjamin Menéndez y al exvicecomodoro (ex teniente coronel) Luis Fernando Estrella, que afrontan cargos por presunto homicidio calificado y asociación ilícita agravada.
Ya falleció el dictador Videla
En el marco de esta causa, la justicia ordenó en 2011 la detención del expresidente de facto Jorge Rafael Videla, fallecido en mayo pasado, y del exministro del Interior Albano Harguindeguy, quien murió en octubre de 2012.
Además del crimen de Angelelli, Menéndez y Estrella serán juzgados en el mismo proceso oral que se iniciará en noviembre próximo en La Rioja por intento de homicidio contra Arturo Aído Pinto, colaborador del prelado.
Obispo por los derechos humanos
Angelelli, que formó parte de un grupo de obispos que denunció las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura argentina, murió en 1976 al volcar la camioneta que conducía por una carretera de La Rioja, a 1.150 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
En el momento de su muerte, el obispo, que tenía 53 años, llevaba consigo un informe con las pesquisas que había realizado sobre el asesinato de dos sacerdotes y un laico a manos de militares.
El régimen militar atribuyó la muerte de Angelelli a un accidente automovilístico cerca de la localidad riojana de Punta de los Llanos.
Volvían de misa
El obispo y su colaborador regresaban hacia la capital provincial tras una misa en la localidad de Chamical en recuerdo a los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados por la dictadura en julio de 1976.
Pinto declaró ante la Justicia que el vuelco del automóvil que conducía Angelelli fue provocado por otro vehículo que les persiguió y encerró y que, después del percance, tras recuperar la conciencia, vio el cuerpo de Angelelli fuera del vehículo con signos de lesiones en la nuca.
La necropsia confirmó que el prelado falleció de un golpe con un elemento contundente en el hueso occipital y que sufrió además la fractura de varias costillas, entre otras lesiones.
30 años después, la investigación
En 2006, la Justicia reabrió la investigación por la muerte del obispo para procesar a los responsables del crimen.
Durante la etapa de instrucción de la causa, la Justicia estableció que Angelelli fue asesinado porque estaba tras las pistas de los homicidios de Murias y Longueville, crímenes por los que en diciembre de 2012 fueron condenados a prisión perpetua Menéndez, Estrella y el policía Domingo Benito.
Estaba en arresto domiciliario
El excomisario Romero murió en su casa de la norteña provincia argentina de La Rioja, donde cumplía arresto domiciliario, a la espera de que comenzara el juicio contra él y otros dos implicados, y que estaba previsto para noviembre próximo, informó hoy la agencia oficial argentina Télam.
La muerte de Romero deja como únicos imputados por el asesinato de Angelelli al exgeneral Luciano Benjamin Menéndez y al exvicecomodoro (ex teniente coronel) Luis Fernando Estrella, que afrontan cargos por presunto homicidio calificado y asociación ilícita agravada.
Ya falleció el dictador Videla
En el marco de esta causa, la justicia ordenó en 2011 la detención del expresidente de facto Jorge Rafael Videla, fallecido en mayo pasado, y del exministro del Interior Albano Harguindeguy, quien murió en octubre de 2012.
Además del crimen de Angelelli, Menéndez y Estrella serán juzgados en el mismo proceso oral que se iniciará en noviembre próximo en La Rioja por intento de homicidio contra Arturo Aído Pinto, colaborador del prelado.
Obispo por los derechos humanos
Angelelli, que formó parte de un grupo de obispos que denunció las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura argentina, murió en 1976 al volcar la camioneta que conducía por una carretera de La Rioja, a 1.150 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
En el momento de su muerte, el obispo, que tenía 53 años, llevaba consigo un informe con las pesquisas que había realizado sobre el asesinato de dos sacerdotes y un laico a manos de militares.
El régimen militar atribuyó la muerte de Angelelli a un accidente automovilístico cerca de la localidad riojana de Punta de los Llanos.
Volvían de misa
El obispo y su colaborador regresaban hacia la capital provincial tras una misa en la localidad de Chamical en recuerdo a los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados por la dictadura en julio de 1976.
Pinto declaró ante la Justicia que el vuelco del automóvil que conducía Angelelli fue provocado por otro vehículo que les persiguió y encerró y que, después del percance, tras recuperar la conciencia, vio el cuerpo de Angelelli fuera del vehículo con signos de lesiones en la nuca.
La necropsia confirmó que el prelado falleció de un golpe con un elemento contundente en el hueso occipital y que sufrió además la fractura de varias costillas, entre otras lesiones.
30 años después, la investigación
En 2006, la Justicia reabrió la investigación por la muerte del obispo para procesar a los responsables del crimen.
Durante la etapa de instrucción de la causa, la Justicia estableció que Angelelli fue asesinado porque estaba tras las pistas de los homicidios de Murias y Longueville, crímenes por los que en diciembre de 2012 fueron condenados a prisión perpetua Menéndez, Estrella y el policía Domingo Benito.
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