¿Debemos los católicos creer en el Aura?

Hoy en día es muy frecuente escuchar el término "aura", incluso en entornos católicos. Ahora la pregunta es: ¿Es un término espiritual cristiano o más bien de la Nueva Era?

¿Qué es el aura?

Se las define como "prolongacion luminosa de la realidad material de todos los seres y cosas, no captable por los sentidos, su campo energético. Se ajusta al cuerpo fisica pero irradia en una especie de aureola mas o menos amplia e intesa que es según la personalidad de cada individuo, al parecer puede ser fotografiada electrónicamente.....algunos tienden a identificarla con los 7 cuerpos, el cuerpo astral o una derivación o prolongación de ese cuerpo energético.....otros los espiritistas la identifican con el periespiritu" (Diccionario Enciclopédico de las Sectas- BAC. Manuel Guerra Gomez).

También se dice que las modificaciones del color de dicho espectro van a estar relacionadas a los 7 chakras principales -o centros bioenergéticos- y la emoción a la que se encuentran relacionados cada uno de ellos, y estos cambios influyen tanto en los colores primarios en el aura de la persona (los que se mantienen la mayoria del tiempo y asociados a su identidad frecuencial) o sólo como colores secundarios complementarios o transitorios. En esta relación, es común escuchar en el universo Nueva Era lo de potenciar o limpiar el aura a través de al alineación de los chakras que se hace a través del Reiki o el Yoga por ejemplo. 

Por algunas corrientes, el aura es considerado como un 8vo. chakra que es reflejo del bienestar de todos los demás y es aquel que le proporciona el poder de elevar a otras almas, es decir, el cuerpo áurico fortalecido brinda el don de la maestría.

En definitiva, se podría decir que se trata de campos de energía humana que se encuentran fuera del cuerpo, evidentemente esto es parte de las creencias de la New Age, la brujería, wicca y nuevos movimientos religiosos similares. Por lo tanto, no es algo en lo que deba creer un cristiano.

¿Quién comenzó a hablar de este término?

Quien empezó a popularizar este término fue el teósofo Charles Webster Leadbeater (1854-1934) el cual dejo el sacerdocio anglicano para ser un espiritista miembro de la Sociedad Teosófica ,siempre penso que tenía poderes clarividentes. Estudio técnicas ocultistas y fruto de ello empezo a hablar del aura y a relacionarlas con los chakras. Al parecer las auras que tiene 7 capas se conectan con los siete chakaras ahora bien, el aura de cada persona es única, en tamaño, forma.

¿Es compatible la creencia en el aura con el cristianismo?

La respuesta es No, no existe doctrina cristiana ni tampoco base bíblica alguna que sustente la existencia de las auras. Por otro lado se necesita de un clarividente o alguien que tenga una visión espiritual especial para ver y comprender las auras, pues algunos hasta llegan a afirmar las auras son de diversos colores (representan órganos, rojo la columna, simbolo de la actividad, fuerza de voluntad y emociones, naranja , órganos reproductores, simbolo de la creatividad y lo artístico etc) luego entonces para comprender y conocer las auras se necesita un "clarividente o un brujo" y recordemos esto esta condenado en la Escritura ( Lev 20,27; Deut 18,10-13; Gal 5,19-21).

Recordemos también que esto mismo esta condenado por la Iglesia y asi lo enseña el numeral 2117 del Catecismo.

Por lo tanto, la creencia en auras, va contra el primer mandamiento, pues se trataria de una práctica espiritista y mágica, como hemos dicho es fruto del ocultismo y de la teosofia de su propagador. A los cristianos no se nos enseña que tenemos energia alrededor del cuerpo, el hombre es un ser que tiene cuerpo material y el alma espiritual, nunca se ha definido una tercera parte llamada "energia externa", "campo energético" o " aura", esto es totalmente ajeno a la fe cristiana. Será el IV Concilio de Letran en el año 1225 el que nos diga esta verdad de fe:... que por su omnipotente virtud a la vez desde el principio del tiempo creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana, y después la humana, como común, compuesta de espíritu y de cuerpo (Dz 428).

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Yasmin Oré y Jesús Urones