Habla el presidente de E-Cristians
«En Roma saben que Zapatero ha sido un bluff», explica Josep Miró, del Pontificio Consejo de Laicos
«Contra la visita papal hay sólo tres grupos subvencionados y dos partidos», afirma el presidente de E-Cristians.
Josep Miró i Ardèvol, antiguo político de CiU, conseller con Jordi Pujol, fundó la asociación E-Cristians (www.e-cristians.net) en 2001 para potenciar la presencia cristiana en la vida pública. Se retiró de la política de partido y es uno de los treinta seglares del mundo miembros del Pontificio Consejo de Laicos.
- El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por el PSC y IC, dice que, gracias al Papa, Barcelona ingresará 30 millones de euros.
- El alcalde ha publicado un bando, acogiendo al Papa, que está muy bien. Se ha liberado del pensamiento políticamente correcto. Lo que dice el bando responde a la realidad de las cosas. Esto debería ser lo normal, pero en Barcelona es extraordinario y hay que felicitarle. El cálculo de los 30 millones son pernoctaciones de visitantes, restauración... Los hoteleros ya dijeron que la demanda pasaría del 70 al 90%.Y hay 5 millones de estimar un espot equivalente a la cobertura televisiva que se dará a la visita papal. En realidad, sería un espot brutalmente largo y costaría mucho más: 4 horas de televisión, de 9 a 1. En fin, los 30 millones son estimaciones razonables. Lo importante es la magnitud, más que la precisión. La visita papal es lo más importante que pasa en Barcelona desde los Juegos Olímpicos.
- ¿Por qué E-Cristians ha lanzado su propia campaña de autobuses y carteles para recibir al Papa? ¿No bastaba con la del arzobispado?
- Un poco más nunca hace daño. La del obispado era muy parroquial, cosa lógica, por otra parte. Se veía sólo si ibas a la parroquia. Queríamos complementarlo, no suplirlo, claro. En nuestra línea: la calle, el espacio público. Por eso los pirulís, autobuses... Y 4000 de los carteles parroquiales, una edición adicional, que en la calle pegamos nosotros. Los carteles diocesanos se han de pegar de 4 en 4 en la calle, porque son pequeños.
- ¿Qué frutos dejará esta visita papal?
- Esperemos que entusiasmo. La Buena Nueva implica entusiasmo y alegría. También una mayor comunión entre católicos. Está bien el diálogo interreligioso, pero la unidad entre católicos también es importante. Y me sorprende una reacción positiva de gente no católica, opinadores, periodistas que escriben en tertulias de forma interesante. Los fanáticos hipercriticos son unos cuantos. Pero otra gente, alejada de la Iglesia, está dando ideas interesantes. E-Cristians quiere dialogar con esa gente que constata el vacío social y ve en el Papa un referente positivo. Yo nunca antes vi esta apertura a escuchar. Ven en el Papa, como mínimo, alguien al que prestar atención, para reflexionar lo que diga. Esta actitud de escucha antes no la vi nunca.
- ¿Quién se opone al viaje?
- Hay 3 grupos y 2 partidos. Está el Moviment Laic i Progressista, basado en la Fundación Ferrer i Guardia, de origen masónico. Viven de los fondos públicos. En 9 meses de 2010 han recibido 400.000 euros. Eso les permite tener presencia. Es lo malo de ZP y el tripartito: alimentan cosas que por si mismas serian pequeñas. Luego esta Ateus de Catalunya, CCOO y otros grupos, etc... que en la práctica no es casi nadie. Y luego está el lobby del homosexualismo político. Los 3 grupos viven del erario público de forma escandalosa: la subvención es el 80% o 90% de sus ingresos, son casi entidades parapúblicas. E-Cristians, obviamente, no recibe ni un euro en subvenciones. La cercanía de las elecciones acentúa la radicalidad de Iniciativa per Catalunya. Y muy a distancia, y no como partido, hay personalidades de ERC activas contra la visita. Pero el partido beligerante de verdad es Iniciativa.
- Han pasado 9 años desde que fundó E-Cristians. ¿Cómo ve al laicado que recibirá al Papa?
- He visto una evolución positiva en estos 9 años. Ahora hay más conciencia y capacidad de movilización por parte de los laicos. Eso es muy positivo, mucho mejor que hace 10 años. Pero no debemos ser sólo reactivos. Llevamos demasiado tiempo actuando "por reacción a..." Decimos: "no a tal cosa". Pero si nos quedamos en eso, nuestro movimiento se agotará en sí mismo. Hay que pasar a otra fase, ser propositivos. Y los católicos hemos de incidir en las instituciones políticas: hasta ahora no lo hacemos, es un tema que no hemos resuelto. Por otra parte, en España hay un claro proceso de secularización. Es más aguda en Cataluña. España vive ahora, con diez años de retraso o más, la caída de vinculación religiosa entre los jóvenes de 13 a 15 años, que se da desde hace años ya en Cataluña.
- ¿Y qué hacer ante esta descristianización?
-La Iglesia ha de conseguir que los jóvenes encuentren significación y sentido a pertenecer a ella. Hay algunos grupos o sitios con realizaciones excelentes en este sentido, pero poco conocidas y poco generalizadas. Hay diócesis muy débiles en este tema.
Otro gran problemas de los católicos es la falta de capacidad para generar un proyecto cultural, una visión compartida de la vidia, del mundo, para la sociedad. Sobre la mesa solo hay un proyecto agotado, gastado, el "progre", con todo ese gasto de dinero público, el de Zapatero y el tripartito... Pero los cristianos no hemos conseguido un proyecto cultural alternativo, que podamos compartir creyentes y no creyentes de valores similares.
Por último, los sacerdotes deberían tener más capacidad de de acercar el hombre al Misterio de Dios. Eso incluye más capacidad de sanación de heridas internas. Hay mucha gente muy dañada. El clero ha de poder llegar a estas personas, a sus heridas. En estos tres temas, no estamos a cero, hay mucho hecho, pero hay que hacer más y más de prisa, porque el ritmo es muy importante. ¡La urgencia forma parte de la vida!
- A través de su cargo en el Pontificio Consejo de Laicos, ¿cómo cree que ven en Roma la España del zapaterismo?
- Hace dos años se notaba bastante que les preocupaba. Pensaban que podía podía extenderse el zapaterismo por Europa, por el mundo... pero se ha visto que es un bluff, que en el mundo ya se sabe que Zapatero no es persona fiable, que el zapaterismo no se ha exportado. Al Consejo de Laicos y al Papa sí los veo muy preocupados por el tema de la participación política de los católicos. De hecho, el último Consejo trató este tema. Es un problema básicamente europeo, no mundial. Se necesitan políticos coherentes con la fe, y que sean eficaces, capaces de realizar una buena tarea.
- El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por el PSC y IC, dice que, gracias al Papa, Barcelona ingresará 30 millones de euros.
- El alcalde ha publicado un bando, acogiendo al Papa, que está muy bien. Se ha liberado del pensamiento políticamente correcto. Lo que dice el bando responde a la realidad de las cosas. Esto debería ser lo normal, pero en Barcelona es extraordinario y hay que felicitarle. El cálculo de los 30 millones son pernoctaciones de visitantes, restauración... Los hoteleros ya dijeron que la demanda pasaría del 70 al 90%.Y hay 5 millones de estimar un espot equivalente a la cobertura televisiva que se dará a la visita papal. En realidad, sería un espot brutalmente largo y costaría mucho más: 4 horas de televisión, de 9 a 1. En fin, los 30 millones son estimaciones razonables. Lo importante es la magnitud, más que la precisión. La visita papal es lo más importante que pasa en Barcelona desde los Juegos Olímpicos.
- ¿Por qué E-Cristians ha lanzado su propia campaña de autobuses y carteles para recibir al Papa? ¿No bastaba con la del arzobispado?
- Un poco más nunca hace daño. La del obispado era muy parroquial, cosa lógica, por otra parte. Se veía sólo si ibas a la parroquia. Queríamos complementarlo, no suplirlo, claro. En nuestra línea: la calle, el espacio público. Por eso los pirulís, autobuses... Y 4000 de los carteles parroquiales, una edición adicional, que en la calle pegamos nosotros. Los carteles diocesanos se han de pegar de 4 en 4 en la calle, porque son pequeños.
- ¿Qué frutos dejará esta visita papal?
- Esperemos que entusiasmo. La Buena Nueva implica entusiasmo y alegría. También una mayor comunión entre católicos. Está bien el diálogo interreligioso, pero la unidad entre católicos también es importante. Y me sorprende una reacción positiva de gente no católica, opinadores, periodistas que escriben en tertulias de forma interesante. Los fanáticos hipercriticos son unos cuantos. Pero otra gente, alejada de la Iglesia, está dando ideas interesantes. E-Cristians quiere dialogar con esa gente que constata el vacío social y ve en el Papa un referente positivo. Yo nunca antes vi esta apertura a escuchar. Ven en el Papa, como mínimo, alguien al que prestar atención, para reflexionar lo que diga. Esta actitud de escucha antes no la vi nunca.
- ¿Quién se opone al viaje?
- Hay 3 grupos y 2 partidos. Está el Moviment Laic i Progressista, basado en la Fundación Ferrer i Guardia, de origen masónico. Viven de los fondos públicos. En 9 meses de 2010 han recibido 400.000 euros. Eso les permite tener presencia. Es lo malo de ZP y el tripartito: alimentan cosas que por si mismas serian pequeñas. Luego esta Ateus de Catalunya, CCOO y otros grupos, etc... que en la práctica no es casi nadie. Y luego está el lobby del homosexualismo político. Los 3 grupos viven del erario público de forma escandalosa: la subvención es el 80% o 90% de sus ingresos, son casi entidades parapúblicas. E-Cristians, obviamente, no recibe ni un euro en subvenciones. La cercanía de las elecciones acentúa la radicalidad de Iniciativa per Catalunya. Y muy a distancia, y no como partido, hay personalidades de ERC activas contra la visita. Pero el partido beligerante de verdad es Iniciativa.
- Han pasado 9 años desde que fundó E-Cristians. ¿Cómo ve al laicado que recibirá al Papa?
- He visto una evolución positiva en estos 9 años. Ahora hay más conciencia y capacidad de movilización por parte de los laicos. Eso es muy positivo, mucho mejor que hace 10 años. Pero no debemos ser sólo reactivos. Llevamos demasiado tiempo actuando "por reacción a..." Decimos: "no a tal cosa". Pero si nos quedamos en eso, nuestro movimiento se agotará en sí mismo. Hay que pasar a otra fase, ser propositivos. Y los católicos hemos de incidir en las instituciones políticas: hasta ahora no lo hacemos, es un tema que no hemos resuelto. Por otra parte, en España hay un claro proceso de secularización. Es más aguda en Cataluña. España vive ahora, con diez años de retraso o más, la caída de vinculación religiosa entre los jóvenes de 13 a 15 años, que se da desde hace años ya en Cataluña.
- ¿Y qué hacer ante esta descristianización?
-La Iglesia ha de conseguir que los jóvenes encuentren significación y sentido a pertenecer a ella. Hay algunos grupos o sitios con realizaciones excelentes en este sentido, pero poco conocidas y poco generalizadas. Hay diócesis muy débiles en este tema.
Otro gran problemas de los católicos es la falta de capacidad para generar un proyecto cultural, una visión compartida de la vidia, del mundo, para la sociedad. Sobre la mesa solo hay un proyecto agotado, gastado, el "progre", con todo ese gasto de dinero público, el de Zapatero y el tripartito... Pero los cristianos no hemos conseguido un proyecto cultural alternativo, que podamos compartir creyentes y no creyentes de valores similares.
Por último, los sacerdotes deberían tener más capacidad de de acercar el hombre al Misterio de Dios. Eso incluye más capacidad de sanación de heridas internas. Hay mucha gente muy dañada. El clero ha de poder llegar a estas personas, a sus heridas. En estos tres temas, no estamos a cero, hay mucho hecho, pero hay que hacer más y más de prisa, porque el ritmo es muy importante. ¡La urgencia forma parte de la vida!
- A través de su cargo en el Pontificio Consejo de Laicos, ¿cómo cree que ven en Roma la España del zapaterismo?
- Hace dos años se notaba bastante que les preocupaba. Pensaban que podía podía extenderse el zapaterismo por Europa, por el mundo... pero se ha visto que es un bluff, que en el mundo ya se sabe que Zapatero no es persona fiable, que el zapaterismo no se ha exportado. Al Consejo de Laicos y al Papa sí los veo muy preocupados por el tema de la participación política de los católicos. De hecho, el último Consejo trató este tema. Es un problema básicamente europeo, no mundial. Se necesitan políticos coherentes con la fe, y que sean eficaces, capaces de realizar una buena tarea.
Comentarios