Esta organización francesa, que desde 2013 ayuda a los cristianos de Oriente, empieza ahora a trabajar también en Italia. Como explican sus responsables a
Rome Reports, se trata también de concienciar a los cristianos occidentales de la fragilidad de la presencia de la Iglesia en aquellos países, y de beneficiarnos del ejemplo de fe y esperanza que ellos nos ofrecen.