En la sacristía de la parroquia de San Andrés, en Toledo, se encontraron cincuenta cuerpos momificados. A partir de 2012 empezaron a ser estudiados por un equipo de arqueólogos, historiadores, médicos y representantes de la Iglesia, según explican el sacerdote Jorge López Teulón y el forense Francisco Etxeberría. Fuente:
Radiotelevisión Diocesana de Toledo.