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En la separación... nunca perder a Dios
Miércoles, 21 de marzo de 2018 00:00
Eduardo Loyola mantuvo una vida de fe antes, durante y después de su ruptura matrimonial. Hubo momentos muy duros en ese proceso, pero aconseja a quien pueda verse en una situación similar que, por encima de todo, se mantenga cerca de Dios. Y relata la ayuda que él recibió: espiritualmente, en la Renovación Carismática y en los Retiros de Emaús; y personalmente, a través del camino de sanación de la iniciativa Betania. Eduardo también nos aporta una dosis de optimismo a la hora de enfrentar la vida como hijo de separados y cuando toca asumir la separación en primera persona; nos habla del difícil papel del padre en esta sociedad y de la necesidad que hay de un liderazgo fuerte del padre en la familia. Fuente:
