El padre Aldo Trento dirige en Asunción la clínica Casa Divina Providencia de la Fundación San Rafael, que acoge a enfermos terminales, carentes de recursos o rechazados por otras instituciones. Uno de ellos es José Ocampos, afectado por una espondilitis anquilosante que le dejó hace años tetrapléjico y ciego. El padre Trento le pregunta por la vida y por la eutanasia, justo al tiempo que Italia ha aprobado su legalización encubierta. José tuvo la dicha de ser visitado por Francisco durante su viaje pastoral a Paraguay en julio de 2015. Pincha aquí para leer la última historia del padre Aldo Trento que hemos publicado en ReL: «Si vieseis cómo mueren nuestros pacientes no temeríais los Novísimos».