Un templo de sal 101 metros bajo tierra
Domingo, 14 de agosto de 2016 00:00
Es la mina polaca de Wieliczka, donde los mineros iban construyendo capillas a medida que avanzaban los trabajos y que todavía se conservan a lo largo de su entramado de túneles. A finales del siglo XIX se vació un espacio para una impresionante capilla dedicada a Santa Kinga de 54 metros de largo y 12 de altura, donde el bajorrelieve de la Última Cena, también en sal, tallado en 20 centímetros, es la pieza más valiosa.