Santiago Martín analiza la recta final del Sínodo de la Sinodalidad, con los intentos de usar lenguaje rebuscado para dar autoridad doctrinal a cada conferencia episcopal: lo que en unos países sería pecado, en otros sería alabado. La inmensa mayoría del Sínodo ha logrado frenarlo, pero aún queda la votación de los documentos finales. Santiago Martín alaba la claridad de algunos padres sinodales, como el obispo Fisher de Sídney.