María Celeste Díaz y Andrés Castellano RPR combinan pop amable y rap en esta canción que busca recoger la experiencia de la religiosa Santa Elena Guerra (1835-1914), canonizada el 20 de octubre (lea aquí sobre su milagro y su espiritualidad).
Ella pidió de forma incansable una devoción más cercana y anhelante a Dios como Espíritu Santo. Los carismáticos católicos proponen a Santa Elena Guerra como una precursora del movimiento carismático y como "abuela espiritual de la Renovación Carismática" (aunque esta corriente no nacería hasta 1967). La Renovación Carismática Católica de Argentina difunde la canción.