[0:29] Los días 1 y 2 de agosto podía lucrarse en cualquier iglesia franciscana una indulgencia plenaria, el conocido como Perdón de Asís. Pero ha sido evidentemente en la basílica de Santa María de los Ángeles donde estaba concentrada la atención. Allí llegaron miles de fieles de todo el mundo tras una peregrinación que concluía besando el suelo que pisó San Francisco de Asís y visitando la capilla de la Porciúncula.