[00:36] El 22 de febrero, Donald Trump intervino ante la convención de las radio y televisiones cristianas (NRB: National Religious Broadcasters), celebrada en Nashville (Tennessee), que celebraba su 80º aniversario. Al evento también fueron invitados, aunque declinaron su asistencia, Joe Biden y Nikki Haley (la única aspirante a la nominación republicana que se mantiene en liza, si bien es derrotada abrumadoramente por su rival estado tras estado).

En un discurso en el que elogió a célebres pastores evangélicos como Pat Robertson (1930-2023) y Billy Graham (1918-2018), Trump reivindicó su ejecutoria en defensa de la vida y de la libertad religiosa, y solemnizó su compromiso cristiano en caso de una nueva victoria electoral el 5 de noviembre: "Nadie va a tocar la Cruz de Cristo durante la Administración Trump, os lo juro. Eso nunca sucederá. (...) Lucharé aún con más ahínco por los cristianos con cuatro años más en la Casa Blanca. Hicimos cosas que nadie antes hizo por los cristianos en este país y me siento orgulloso de ello y honrado con ello. Pensad en lo que, con la ayuda de Dios, ya hicimos en nuestro primer mandato en colaboración con vosotros".

Actualmente, Trump lidera las encuestas sobre Biden con una ventaja pequeña pero consistente, y que es mayor en cuatro de los seis estados clave (Georgia, Arizona, Nevada y Michigan), habiendo en los otros dos (Wisconsin y Pensilvania) un empate técnico.