El beato Justino Alarcón (1885-1936) fue fusilado el 1 de agosto de 1936, menos de dos semanas después del comiento de la Guerra Civil. Era profesor en el seminario de Toledo y segundo maestro de ceremonias de su catedral, destacando por amor a la liturgia y el cuidado de los detalles en el culto a Dios. Murió a bayonetazos muy cerca del templo primado, y fue beatificado como mártir en 2007. Esta producción dramatizada de la archidiócesis de Toledo resume brevemente su espíritu. Pincha la historia completa del beato Justino Alarcón.