En su último acto electoral antes de las primarias de New Hamphsire, Donald Trump agradeció públicamente el respaldo de Catholic Vote, un grupo de presión que examina los actos y votaciones de los políticos católicos para que el votante sepa si viven o no en su vida pública la fe que dicen profesar.
Trump aprovechó para recordar el escándalo de la investigación por parte del FBI, a instancias de la Casa Blanca, a grupos católicos sobre los que no pesa sospecha de ningún delito, y lo convirtió en argumento de campaña: "No sé qué pasa con los católicos, pero el FBI está yendo a por ellos, he oído historias horribles, ¿cómo va a votar un católico acosado a Biden o a un demócrata?".
Tras ganar con claridad las dos primeras primarias en Iowa y New Hampshire (es el primer candidato republicano de la historia que lo consigue desde fuera del Despacho Oval), quedan pocas dudas de que él será el candidato de su partido en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Precisamente una de las personas que suenan como su posible ticket para la vicepresidencia es una católica, Elise Stefanik, miembro de la Cámara de Representantes por Nueva York, que tiene una calificación 100% positiva por parte del Comité Nacional por el Derecho a la Vida, pero que, según recuerda Catholic Vote, ha votado por dos veces a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.