El músico César Marín comparte su testimonio de conversión, en la comunidad Kairós de la parroquia de San Marcelino, en Commerce (Los Angeles, CA). Con tan solo 3 años fue abandonado por su padre. Desde los 11 hasta los 22 vivió en tal adicción que acabó comiéndose la droga que consumía, lo que le dejó afónico al 80%, prácticamente mudo. Cuenta a Goya Producciones cómo acabó convirtiéndose y sirviendo a Dios.