Este miércoles ha fallecido en su Sevilla natal, a los 80 años de edad y víctima de un problema respiratorio, el periodista Antonio Burgos, un clásico de la Prensa española, con un brillante currículum como redactor y articulista en diversos medios, en particular ABC y El Mundo. Era un hombre de firmes convicciones católicas y apasionado defensor del derecho a la vida.

En 2008 leyó el Pregón de la Semana Santa sevillana, un sentido y literario homenaje de fe y amor a las cofradías, las tradiciones y el arte sagrado de su ciudad. Fue uno de los más largos que se recuerdan (una hora y cuarenta y cinco minutos), fue interrumpido 28 veces por los aplausos más una cerrada ovación final de un minuto y medio, y estuvo trufado de momentos de humor, tan característicos de su estilo (había sido colaborador de La Codorniz y Hermano Lobo).

También hubo alegatos comprometidos en una Andalucía que aún era feudo socialista. Ante el cardenal Carlos Amigo Vallejo (1934-2022), arzobispo de la diócesis, y el alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, Burgos atacó el relativismo "que ha borrado las fronteras entre el bien y el mal" y el laicismo "de una sociedad que niega todos los principios, valores y éticos y se burla de la religión y la desprecia y la margina en los colegios", todo ello en "una España que pone en duda la tradición de su fe" (minutos 28:25 a 29:46). Asimismo, dedicó severas palabras a "esa forma de asesinato a la que ahora llaman eutanasia" y "esa forma de pena de muerte con trituradora a la que ahora llaman aborto" (minutos 34:12 a 35:13).