En la tarde de este sábado, víspera del segundo domingo de Adviento, se iluminó el árbol de la Plaza de San Pedro en el Vaticano, un abeto de 25 metros de altura, y se descubrió el belén, que viene directamente desde Greccio, la localidad donde por orden de San Francisco de Asís, hace justo 800 años, se hizo el primer nacimiento de la historia, desde entonces incorporado a las más puras tradiciones cristianas.