Hace 30 años, la parroquia de Santa Blandina, en el centro de Lyon (Francia), tenía solo 3 familias y estaba a punto de cerrar. Pero cambió la música, cambió la acogida, cambió la mentalidad y hoy la parroquia tiene 600 personas sirviendo en distintos ministerios y 40 líderes de equipos. En cada misa hay 10 jóvenes que se dedican solo a dar la bienvenida, sonreir y acoger a la entrada. Hay además 60 jóvenes dedicados a la música, hacen turnos en grupos de 5 o 6 para servir en misa.
Se priorizó la misa dominical: buena música, buena acogida, buena predicación, liturgia cuidada... El párroco actual, Xavier Grillon, lo explicó en media hora en el Congreso Inspira de Barcelona.