Cristina crece con una fe que solo pone en práctica durante la Semana Santa. La llegada de una comunidad religiosa a su parroquia y la invitación para tomar café y pasar un rato unas las religiosas nuevas le cambiará la vida. Cristina pasa de una vida en la que el ballet y el pasar tiempo con su grupo de amigos parecían lo más importante, pensando que era lo único que le llenaba, a ir a Misa diaria, hacer oración y tener unas amistades con las que compartir su fe. Descubre su testimonio en este vídeo.