En la abadía de Val d'Igny, situada a unos 30 km al oeste de Reims, en el norte de Francia, viven 36 monjas cistercienses que desde hace más de sesenta años trabajan de forma muy fina el chocolate. Su principal necesidad actual es restaurar el tejado que protege el acceso desde el monasterio a la chocolatería. Van a aprovechar para poner paneles fotovoltaicos, porque la fábrica consume mucha electricidad. Para ello su objetivo es vender a corto plazo 250 kg de sus riquísimos bombones, los cuales, como están en la región de la Champaña, tienen formas alusivas (de tapón de botella), e incorporan, entre otros, recubrimientos de ganache de naranja Grande Marnier. Todo ello, con recetas propias y elaboración y envoltorio artesanales. Estos bombones pueden adquirirse a través de Divine Box.