Este domingo 12 de noviembre se han bendecido e inaugurado en Barcelona las torres de los Cuatro Evangelistas en la basílica de la Sagrada Familia. Miden 135 metros de altura.
En lo alto, se han iluminado por primera vez sus esculturas que representan a Juan (el águila, mirando al este), Marcos (el león, orientado al oeste), Lucas (el ángel, hacia el norte) y Mateo (el toro, al sur), la representación clásica del tetramorfo. Gaudí mismo proyectó este remate de las torres. Se mantendrás iluminadas todo Adviento y Navidad, hasta el 8 de enero.
En la misa de inauguración han participado 2.000 personas.
El cardenal Juan José Omella ha cedido la presidencia de la misa al Nuncio, el filipino Bernardito Auza. Han concelebrado también el arzobispo emérito de Barcelona, el cardenal Lluís Martínez Sistach, y el obispo auxiliar, David Abadías.
Han asistido la presidenta del Parlament catalán, Anna Erra (antes alcaldesa de Vic), y el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Carles Armengol.
El Nuncio recordó la visita de Benedicto XVI para la dedicación de la basílica en 2010. Apuntó que las torres de los evangelistas mueven "a todos a mirar hacia donde Gaudí verdaderamente miraba, al verbo encarnado de Dios en María".