El cardenal Julián Herranz empezó a trabajar para el Vaticano en 1960, en tiempos de Juan XXIII. Desde entonces ha servido a la Iglesia en casos delicados, como la investigación del llamado Vatileaks en tiempos de Benedicto XVI. Ahora, a sus 93 años, ha escrito un libro en el que destaca la continuidad de los dos últimos pontífices. "Se está insinuando en la Iglesia una contraposición de estos grandes pontífices, que es absurda. Papa Benedicto es el conservador, el hombre de derechas. Papa Francisco es el progresista, hombre de izquierdas", dice el cardenal.
"¿Cómo se puede contraponer las dos riquezas de estos dos hombres que Dios ha elegido como parte de la manifestación al mundo de la riqueza del mensaje evangélico? La fe y la caridad no se contraponen, se completan, al contrario. Se puede adorar a Dios y al mismo tiempo hay que amar al prójimo. Una cosa y otra no se contraponen. Es decir, se debe de integrar. Estos dos pontífices lo que enseñan juntos es que hay que estar integrados, unidos" comenta Herranz.
El libro Dos papas. Mis recuerdos con Benedicto XVI y Francisco ya se ha publicado en español e italiano.