Un grupo de devotos recuerdan a la beata Conchita Barrecheguren (1905-1927), beatificada en mayo de este año. Al poco de faltar, sus amigas y conocidos ya decían que "tenía algo especial" y tenía fama de santa. Hoy, otros recuerdan su fe y su forma de encomendar el dolor y el sufrimiento. Emilia, una de ellas, relata el primer milagro reconocido tras rezar la novena a Conchita Barrecheguren: una niña muy enferma, ingresada, se salvó.