Durante el viaje desde Roma hasta Ulán Bator, adonde llegó a primera hora de la mañana hora local, Francisco saludó a los periodistas que cubren su viaje apostólico a Mongolia. Fueron nueve horas y media de vuelo que llevan al Papa al encuentro de 1450 católicos en un país de tres millones de habitantes, una tercera parte de los cuales son nómadas o seminómadas.