La calumnia tiene la misma capacidad de destrucción de un tsunami. Siempre fue así, pero hoy se ha magnificado con la capacidad de difusión de las redes sociales. El padre Ángel Espinosa de los Monteros ofrece una breve reflexión sobre esto, y recuerda que estamos obligados a restituir los males causados con la lengua, tanto si es por maldad como si es por irresponsabilidad.