En la hermosa vigilia de adoración en el Parque Tejo de Lisboa (léala aquí en ReL), ante más de un millón de jóvenes, la cantante de fado Carminho le cantó este tema al Santísimo:
"Eres la estrella que guía mi corazón, eres la estrella que alumbra mi suelo, eres la señal que guía el destino, eres la estrella y yo soy el peregrino; hasta ahora ha sido tal oscuridad, de esas que nos hacen sabios en el mundo; experimenté una desilusión tan desigual, que llegué a regalar mi infancia en un segundo; ni siquiera sabes lo que hiciste por mí".