En el Santuario de las Apariciones de Pontevedra, un lugar clave en el mensaje de Fátima que se halla en pleno proceso de restauración y sigue necesitando financiación, se ha instalado el Cristo Crucificado moldeado por el escultor Salvador Fernández-Oliva. En la concepción de esta obra hay una historia de conversión del propio artista que cuenta él mismo en este testimonio al portal mariano Cari Filii.