La destrucción de la vida monacal por obra de Enrique VIII y sus peones Thomas Cranmer y Thomas Cromwell supuso una incalculable pérdida espiritual y cultural para Inglaterra, que cortó todo lazo con sus históricas raíces cristianas, tan vinculadas a monasterios y abadías. Pincha aquí para ver los capítulos anteriores de esta serie de EWTN sobre los orígenes históricos del protestantismo.