Durante décadas, numerosos obispos han legitimado el voto al Partido Demócrata -principal impulsor político del aborto en Estados Unidos- alegando que no se podía convertir esa cuestión en el principal criterio electoral. Pero ahora, cara a las elecciones del 8 de noviembre, son los propios demócratas quienes han situado el aborto como principal criterio electoral. De hecho, Joe Biden ha pedido que se vote a los candidatos de su partido para conseguir una mayoría con la que proteger e impulsar el aborto con una ley nacional. ¿Qué van a decir ahora, se pregunta el padre Santiago Martín, los católicos norteamericanos para quienes el aborto era algo secundario que no debía influir en su decisión ante las urnas?