Se ha presentado el nuevo documento de trajo del Sínodo de la sinodalidad (pincha aquí para leer el análisis de ReL), y el cardenal Jean-Claude Hollerich lo ha comentado en la línea habitual de reclamar una mayor asimilación de la Iglesia al mundo. Pero el problema no es ya la relación entre la Iglesia y el mundo, subraya el padre Santiago Martín, sino la relación entre la Iglesia y Dios y entre el dogma y la moral: si no se cree con todas sus consecuencias que Jesucristo es Dios, el futuro solo puede ser la adaptación disolvente.