La festividad de los arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael, el 29 de septiembre, y la de San Jerónimo al día siguiente, adquieren una especial relevancia litúrgica en Tierra Santa, donde aquéllos actuaron como mensajeros celestiales y donde éste vivió y estudió las Sagradas Escrituras hasta ofrecernos su versión latina casi completa, la canónica Vulgata.