El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, ha rechazado el recurso por discriminación de la Fundación Jérôme Lejeune contra la decisión del Consejo de Estado francés de respaldar el veto del Consejo Audiovisual a la difusión de este vídeo en espacios publicitarios. Se trata del anuncio Querida futura Mamá, de 2014, en el que varios niños y jóvenes con síndrome de Down tranquilizan a una madre embarazada sobre cómo será su propia vida. La finalidad del vídeo "puede parecer ambigua y no suscitar una adhesión espontánea y consensuada", alegó el Consejo Audiovisual. La realidad es evidente: se trata de evitar a toda costa que a la madre le llegue cualquier mensaje que la anime a seguir con su embarazo, en vez del genocidio programado de las personas con discapacidad antes de nacer (e incluso después, con la eutanasia y el suicidio asistido) por el que abogan las instituciones globalistas que impulsan la Agenda 2030.