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Sí se puede: así nació la victoria provida
Sábado, 25 de junio de 2022 00:45

En el tercer y último debate electoral entre Donald Trump y Hillary Clinton, celebrado el 19 de octubre de 2016, el futuro presidente tuvo la habilidad de forzar a su rival a un pronunciamiento favorable al aborto incluso en el momento antes del nacimiento, una postura que la mayoría de los norteamericanos rechaza. Trump ya se había comprometido con el movimiento provida a nombrar para el Tribunal Supremo jueces que pudiesen revocar la sentencia Roe vs Wade. Cumplió su palabra, y no solo fue el primer presidente de la historia del país en asistir personalmente a la Marcha por la Vida, sino que las circunstancias le permitieron nombrar tres magistrados vitalicios, logrando una sólida mayoría provida. De haber recaído su designación en manos de Clinton, el aborto libre habría tenido garantizado su futuro constitucional en Estados Unidos durante décadas, continuando la imparable suma de más de sesenta millones de niños asesinados desde 1973.