La intimidación abortista contra los jueces provida del Tribunal Supremo estadounidense, con manifestaciones ante su propio domicilio, continuó incluso tras saberse que un hombre armado fue detenido el miércoles por la mañana en las inmediaciones del hogar de Brett Kavanaugh con la intención de asesinarle. La Administración Biden permanece pasiva, cuando no cómplice, ante el acoso a uno de los pilares clave del sistema constitucional norteamericano. Desde hace semanas, lo magistrados sufren estos escraches junto al anuncio de violencia en las calles que han prometido las organizaciones abortistas en caso de que la sentencia Roe vs Wade sea revertida. Decenas de templos católicos han sido ya asaltados o vandalizados en todo el país, sin que se conozca la existencia de un plan federal de previsión de esta inminente ola de violencia. Las imágenes corresponden al propio miércoles por la tarde, cuando ya se conocía la identidad e intenciones del criminal, y afectan a la casa familiar de Kavanaugh y del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, en Montgomery (Maryland).