La catedral de Sevilla, donde fue obispo entre 1982 y 2009, albergó en la mañana de este sábado el funeral por el cardenal Carlos Amigo Vallejo, fallecido el miércoles a los 87 años de edad. Fue una ceremonia intensa y emotiva, por el gran cariño que se sentía en la archidiócesis por el purpurado franciscano, natural de Medina de Rioseco (Valladolid). Acudieron el nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, seis cardenales, quince obispos y decenas de sacerdotes, además de autoridades civiles y militares, encabezadas por el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y el alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz. En su homilía, el actual prelado hispalense, José Ángel Saiz Meneses, destacó las principales virtudes de su predecesor: "Pobreza de espíritu, mansedumbre, sobrellevar el sufrimiento, hambre y sed de justicia, misericordia, limpieza de corazón, construcción de la paz, persecución por ser fieles a Dios".