El padre Santiago Martín anima a proclamar incansablemente la mejor noticia de la historia: que Dios nos ama tanto que para salvarnos nos entregó a su propio Hijo, Jesucristo; que Él se ha quedado entre nosotros en la Eucaristía; y que su Resurrección es la garantía de que la muerte no es el final y nos espera en la vida eterna.