El padre Luis Urriza es navarro. Nació en 1921 y en los años 40 llegó a Estados Unidos, donde se quedó. Él puso en marcha la iglesia de Cristo Rey en Beaumont (Texas) y fue su párroco durante setenta años. Una vida entera entregada a sus feligreses que llamó la atención incluso de medios como el New York Times y no terminó por voluntad propia, sino por una jubilación que lleva a su pesar.