Isabel Celáa presentó al Papa este viernes las credenciales como embajadora de España anta la Santa Sede. De su etapa como ministra de Educación en el gobierno de Pedro Sánchez queda una ley orientada a imponer la ideología de género a los niños y a estrangular económicamente la enseñanza religiosa, concertada en su abrumadora mayoría. También se recuerdan algunas frases lapidarias, como cuando afirmó el 17 de enero de 2020 que "no podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres" (fue su argumento contra el pin parental) o cuando, invitada por el Congreso de Escuelas Católicas, dijo el 14 de noviembre de 2019 que los derechos de los padres a elegir colegio para sus hijos no están amparados en el artículo 27 de la Constitución española, que garantiza la libertad de enseñanza. También es conocida por considerar la educación de iniciativa social subsidiaria de la estatal (y no al revés, como sostiene la doctrina social de la Iglesia) y por suspender la «demanda social» como criterio para el establecimiento de conciertos económicos con los colegios.