«Nunca me importó mi nombre: Clive Staples. El mundo me conoció como C.S. Lewis. Quizá has leído mis libros. El león, la bruja y el armario [Las Crónicas de Narnia] es el más célebre. Pero hay una historia que no es tan conocida: mi historia. ¿Y quién mejor que yo para contarla?»: con esta frase arranca el tráiler de El converso más reacio: la historia no contada de C.S. Lewis [pueden activarse subtítulos]. La película recoge la evolución intelectual en torno a la fe del escritor norirlandés nacido en 1898 y fallecido en 1963, autor de obras fundamentales de apologética cristiana como La abolición del hombre, Mero cristianismo o Cartas del diablo a su sobrino. «A los 14 años dejé de ser cristiano», escuchamos tras comprender el impacto de la muerte de su madre. Vivió la experiencia de la Primera Guerra Mundial: «O no hay un Dios detrás del universo, o es un Dios indiferente ante el bien y el mal... o un Dios malo», pensaba. En el tráiler le vemos conversar con su amigo católico J.R.R. Tolkien, (1892-1973), autor de El Señor de los Anillos sobre el alcance de la lógica y de la razón y el valor de las palabras de Jesucristo: «Por primera vez me examiné a mí mismo con un propósito serio y práctico. Lo que encontré me horrorizó». En su definitiva conversión al cristianismo (no llegó al catolicismo, pero apenas hay nada en su obra que un católico no pueda suscribir) fue decisiva la lectura una noche de los cuentos de hadas de George McDonald en Fantastes: «Esa noche mi imaginación quedó bautizada. El resto de mí requirió más tiempo». Nos lo cuenta esta película, de gran éxito en Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá.