El padre Santiago Martín analiza el esperado documento de los obispos estadounidenses sobre la Eucaristía, cuya historia ha quedado marcada por la comunión de los políticos católicos que promueven el aborto. Luego, más en general, el superior de los Franciscanos de María recuerda algo evidente pero, en la práctica, muy descuidado: que para comulgar en gracia hay que estar en gracia, y para ello es imprescindible acceder al sacramento de la Penitencia. Algo que en muchas parroquias se convierte en una auténtica odisea para los fieles.