En marzo de 2020, Luis Aguilar pasó bastantes días en la UCI del hospital a consecuencia del covid. Su esposa Blanca lanzó una campaña de oración por él que tuvo su efecto: no solo su curación, sino unas impresiones muy profundas que él atribuye sin dudarlo al Espíritu Santo, invocado en su auxilio por tantas personas. Esas impresiones en torno a la Cruz le hicieron comprender la teología del dolor. En este testimonio recogido por El Rosario de las 11 pm transmite con toda sinceridad lo que vivió y por qué puede ser consolador para tantos que perdieron a sus seres queridos en circunstancias similares.