En 1773, la masonería obtuvo uno de sus éxitos más rotundos: el Papa Clemente XIV, presionado por reyes católicos timoratos que habían entregado el gobierno a masones o filomasones, suprimió «para siempre» (ésa fue, al menos, su intención) la Compañía de Jesús. Las logias siempre habían considerado a los jesuitas como sus enemigos más temidos. La historiadora Angela Pellicciari, autora de Una historia de la Iglesia, relata este episodio. Pincha aquí para ver los capítulos anteriores de esta serie.