Por 154 votos contra 131, emitidos en escrutinio secreto, el Senado italiano rechazó la conocida como Ley Zan, una norma que, so pretexto de combatir la «homofobia» y la «transfobia», establecía un sistema de privilegios LGTBI, penas contra el disidente y recortes a las libertades de expresión, de cátedra, de enseñanza, etc. para imponer la ideología de género. Numerosos senadores no pudieron ocultar su júbilo por la victoria sobre una norma similar a las vigentes en casi todas las comunidades autónomas españolas y a la que tiene previsto introducir una futura ley nacional del gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez.