Francisco recibió este sábado a la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi (visiblemente emocionada), en audiencia privada aunque con atenciones al nivel de un jefe de Estado o de Gobierno. Pelosi, católica, encabeza las iniciativas del poder legislativo para garantizar mediante una ley federal que pueda abortarse hasta el minuto antes del parto. El objetivo es impedir que la mayoría provida que dejó Donald Trump en el Tribunal Supremo pueda, llegado el caso, revertir la sentencia Roe vs Wade que en 1973 legalizó el aborto. Como reacción a la ley de Texas que lo prohíbe desde el momento en el que pueda detectarse el latido del corazón del embrión (lo cual sucede en torno a la sexta semana de embarazo), Pelosi se comprometió a intentar «convertir Roe vs Wade en ley federal». Actualmente, los obispos norteamericanos están divididos en torno a la cuestión de que católicos como ella o como el actual ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, que están trabajando activamente para impulsar el aborto en todo el mundo, puedan recibir la comunión. Pincha aquí para leer el análisis de George Weigel sobre la cuestión.