El 21 de diciembre de 2020, la Congregación para la Doctrina de la Fe afirmó que «es evidente para la razón práctica que la vacunación no es, por regla general, una obligación moral y que, por lo tanto, la vacunación debe ser voluntaria». El 8 de febrero de 2021, el cardenal Giuseppe Bertello, gobernador del Estado Vaticano, firmó una orden que amenazaba con pérdida de empleo a los empleados del Vaticano que rechazasen vacunarse contra el covid. El pasado 28 de septiembre, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, selló un nuevo decreto que impide a los funcionarios vaticanos incorporarse a su puesto de trabajo sin «pasaporte covid»: en tal caso se considera que su ausencia es injustificada y no se les abona el sueldo. Una semana después, tres jóvenes guardias suizos han tenido que abandonar el cuerpo por no vacunarse y otros tres han sido sancionados hasta que lo hagan.