Tomando como motivo las célebres palabras de San Agustín sobre Santa Mónica («No puede perderse el hijo de tantas lágrimas»), Sor Verónica Berzosa, fundadora y superiora de Iesu Communio, se dirige a las madres para consolarlas y alentarlas ante las dificultades de su misión. Pincha aquí para leer un resumen de sus palabras.