Luz, amiga de las Hijas del Amor Misericordioso, extrae de un suceso personal una lección muy valiosa: no nos olvidemos de nuestro ángel de la guarda, consagrado exclusivamente a las cosas que convienen a nuestra salvación; pidámosle ayuda y confiemos en él. Escucha también esta bonita canción que le consagra el cantautor Antonio Mata.