Finalmente Joe Biden no asistió a una misa de Francisco, y los obispos estadounidenses que quieren discutir (presumiblemente, para prohibir) la comunión de los políticos abortistas obtuvieron una rotunda victoria. Por eso el padre Santiago Martín vislumbra un gran «nerviosismo» entre los sectores eclesiásticos que quieren diluir la fe para complacer al mundo. Ven que no consiguen del Papa cosas que, al parecer, esperaban conseguir.