El 29 de abril, un grupo de católicos se congregó ante un tribunal de Varsovia para rezar la coronilla de la Divina Misericordia en apoyo de Radio María, cuyos representantes declaraban ante el juez porque están siendo hostigados por el lobby LGBTI polaco. Una joven envuelta en la bandera arcoiris empezó a molestarles con música en su móvil y gritando consignas. Inesperadamente, una anciana se acercó a ella y le besó los pies. Entablaron un diálogo en el que la señora, sollozando, expresa a la chica su desazón ante el futuro de su patria: «Tengo 83 años y te quiero. He luchado toda mi vida por Polonia. Pronto dejaré este mundo y Polonia está dividida. Lo siento mucho y estoy muy emocionada. ¡Y estos chicos, nuestros pobres jóvenes, que fueron educados por polacos...!». En los momentos finales ambas compartieron un momento impactante.