El pasado sábado, en la edición francesa de La Voz, el joven Tarik, de 21 años, estudiante de kinesiotarapia, sorprendió a la audiencia con un slam (poesía escénica) titulado Mon chéri [Cariño], una declaración de amor de una mujer a su hijo, al que ha abortado, y que conmocionó particularmente a uno de los miembros del jurado, Vianney, un cantautor que vive profundamente su fe católica. Ésta es la letra: «Cariño, soy yo. / Me gustaría hablarte, / siempre estaré ahí para ti. Lo sabes ¿verdad? / Quiero decirte que te quiero, que eres un sueño, / que verte crecer es un privilegio. / Eres mi hijo, mi sangre, la carne de mi carne. / Si tus días son oscuros, yo seré tu luz. / Hoy ya eres mayor, te vas a ver el mundo, / sabrás apreciar lo bonito y dejar de lado lo inmundo. / Me siento vacía sin ti, tengo miedo de decirte adiós. / Te imagino cerca de mí y entonces me siento mejor. / Exagero, es normal, soy una madre, / una que tiene miedo de ver a su hijo marcharse. / Te vas de nuestra casa / y confieso que me da miedo. / Tal vez no te vea, pero jamás estarás lejos de mi corazón. / Eras el rey del mundo que yo había creado, / no puedo creer que no estés aquí, que todo haya acabado. / Es como si nunca hubiera comenzado. / ¡Yo, que creía que nunca me podría separar de ti! / Se acabaron los paseos a la orilla del lago, / las tardes en el parque viéndote saltar en los charcos, las meriendas. / Me hubiera gustado que escucharas mis palabras, / siento ahora que la tristeza crece dentro de mí. / Hijo mío, te miro, pero tú desapareces dulcemente. / Entonces me aferro a ti, y al sueño que tú eras. / Porque, sí, no has nacido. / Y no te veré nunca. / Hijo mío, no te enfades conmigo, / pero he tenido que abortarte.» Traducción: Helena Faccia Serrano.